El inicio de la práctica del acupuntor: la manzana
El Viaje Emocional de Aprender Acupuntura: Desde la Manzana Hasta el Cuerpo Humano
El inicio de la práctica del acupuntor: la manzana :: juanpablomolto (moltoripoll.es)
Y luego, llega el día en que dejamos la manzana para dar paso al verdadero propósito de nuestro aprendizaje: el cuerpo humano. Con cada aguja que insertamos, llevamos con nosotros las lecciones aprendidas en esos primeros días. La paciencia, la precisión, el respeto por el proceso y, lo más importante, el entendimiento de que detrás de cada punción hay una persona, un alma, confiando en nuestras manos.
La transición de la manzana al cuerpo humano es más que un cambio de medio; es un recordatorio de nuestra responsabilidad y privilegio como acupunturistas. Cada paciente que tratamos lleva consigo su propia historia, sus dolores y esperanzas, y en cada uno de ellos, vemos el reflejo de nuestro propio viaje, desde esa primera manzana hasta el presente.
En la acupuntura, no solo tratamos síntomas; tocamos vidas. Y así, con cada aguja que insertamos, honramos ese primer paso, esa primera manzana, y todo lo que nos ha enseñado. En ella, encontramos la raíz de nuestra práctica: el acto de cuidado, la promesa de alivio y la eterna búsqueda de la armonía y el equilibrio.